jueves, 10 de junio de 2010

El Hombre Viejo es Sabio

El hombre viejo
El hombre sabio
El hombre viejo es sabio

EL HOMBRE VIEJO

Un hombre de 92 años, bajo muy bien vestido, quien cuidaba mucho su apariencia, se está cambiando a una casa de ancianos hoy.

Su esposa de 70 años murió recientemente y el se vio obligado a dejar su hogar.

Después de esperar varias horas en la recepción, gentilmente sonríe cuando le dicen que su cuarto está listo.

Conforme camina lentamente al elevador usando su bastón, yo le describo su cuarto, incluyendo la hoja de papel que sirve como cortina en la ventana.

-“Me gusta mucho”, dijo, con el entusiasmo de un niño de 8 años que ha recibido una nueva mascota.

- “Señor, usted aun no ha visto su cuarto, espere un momento, ya casi llegamos”.

-“Eso no tiene nada que ver” contesta

-“La felicidad yo la elijo por adelantado. Si me gusta o no el cuarto no depende del mobiliario o de la decoración, sino de cómo yo decid verlo”.

-“Ya está decidido en mi mente que me gusta mi cuarto. Es una decisión que tomo cada mañana cuando me levanto”.

-“Yo puedo escoger: puedo pasar mi día en cama enumerando todas las dificultades que tengo con las partes de mi cuerpo que no funciona bien, o puedo levantarme y dar gracias a Dios por aquellas partes que todavía trabajan bien”.

-“Cada día es un regalo, y mientras yo pueda abrir mis ojos, me enfocaré en el nuevo día, y todos los recuerdos felices que he construido durante mi vida”.

“La vejez es como una cuenta bancaria: Tú retiras al final lo que has depositado durante toda tu vida”.

Así que mi consejo para ti es que deposites toda la felicidad que tengas en tu cuenta bancaria de recuerdos.

EL HOMBRE SABIO

Se cuenta que en el siglo pasado, un turista americano fue a la ciudad de El Cairo, Egipto, con la finalidad de visitar a un famoso sabio.

El turista se sorprendió al ver que el anciano vivía en un cuartito muy simple y lleno de libros.

Las únicas piezas de mobiliario eran una cama, una mesa y un banco.

-¿Donde están sus muebles? Preguntó el turista. El sabio, rápidamente, también preguntó:- y dónde están los suyos?

-¿Los míos? Se sorprendió el turista.
¡Pero si yo estoy aquí solamente de paso!

Yo también concluyó el sabio.

“la vida en la tierra es solamente temporal. Sin embargo algunos viven como si fueran a quedarse aquí eternamente y se olvidan de ser felices”.

“El valor de las cosas no está en el tiempo que duran, sino en la intensidad con que suceden. Por eso existen momentos inolvidables, cosas inexplicables y personas incomparables”.



1 comentario:

  1. Hola Sandra veo que te inspiraste eso me gusta, ¡si se puede! Felicitaciones continua así recuerda que en esta vida estamos solos, simplemente que hay ayuditas por el camino como lo somos la gente que te rodea, explota tus capacidades porque tienes muchas.

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